viernes, 23 de febrero de 2018

Prestaciones tamagotchi

¿Os acordáis de lo que eran los tamagotchi?  Una especie de mascotas virtuales.  Nacieron a finales del siglo pasado y durante unos años estuvieron de modas. Era un aparatito electrónico que cabía sobradamente en la mano, con tres botones y una pantalla muy simple en blanco y negro. Luego hubo algunas variantes más o menos bonitas.

El aparatito presentaba en pantalla determinados mensajes que obligaban a hacer operaciones al que lo poseía.  A menudo era tirarse varios minutos moviendo los botones o haciendo algo parecido, en respuesta a los mensajes de pantallas.  La idea era que el tamagotchi te requería tu atención un montó de veces al día y te hacía perder un par de horas entre unas cosas y otras.

Y nada, la gente era feliz perdiendo un par de horas todos los días apretando botones para nada.

Comprenderás que yo le llame 'Prestaciones tamagotchi' a solicitudes de clientes que solo sirven para perder tiempo sin aportar nada.

Antes de entrar en detalle, un ejemplo

Un cliente nos pidió que en la introducción de líneas en albaranes el ordenador asignará el precio de tarifa y mostrará una información de precios al cliente por si se quería cambiar.  Le dijimos la posibilidad de que el ordenador aplicara directamente el precio con un criterio que le dijéramos.  Eso ya estaba previsto.  Lo que el pedía había que añadirlo.  Pero no, no lo convencimos.  Lo cierto es que lo que hacía es ver el precio de última venta al cliente y el precio de coste y escribir el primero de estos datos.   Pudimos comprobar que al cabo de un mes había escrito a mano varios miles de precios y que siempre se había aplicado el mismo criterio.  O sea, todos los días trabajaba un par de horas que el ordenador podía hacer solo sin intervención humana

Puede parecer raro.  Normalmente la gente pide cosas para trabajar más y el problema suele ser que ese trabajo que se ahorra genera problemas en el futuro.  el famoso pan de hoy y hambre para mañana. Típicamente nos piden que quitemos una condición en la introducción de datos que genera un problema a medio plazo. Pero claro a corto plazo ha ahorrado tiempo al meter los datos.  Pues bien, este problema que digo es al revés.

¿Y porqué quiere un cliente que la aplicación haga algo que le supone más trabajo y no sirve para nada?

Pues básicamente porque cree que sirve.   Y aquí distingo dos casos.

Uno es que se suele pensar que un operador humano hacer mejor una tarea que un ordenador, o de forma más segura.  Eso es cierto para algunas tareas pero es un error para otras.  ¿Piensas que puedes sumar 100 números mejor que una calculadora? A que no.

Y la segunda es algo más psicológico, la necesidad de sentirse útil y no perder protagonismo frente a la máquina.  

En ambos caso si queremos que nuestra empresa funcione bien lo que procede es actuar racionalmente y dejar a la máquina hacer lo que debe hacer.  De la misma forma que usamos carretillas para cargar palets debemos usar ordenadores para las tareas de los ordenadores.  Precisamente muchos errores se producen cuando hacemos algo que el ordenador puede hacer directamente. Por ejemplo contabilizar manualmente una factura. Eso no aporta control, sino confusión y posibilidades de error.


Los humanos tenemos muchas posibilidades y podamos aportar mucho. No es cuestión de perder el tiempo en tareas inútiles.

Así que ya sabes, si nos pides una prestación que solo sirve para perder tiempo, intentaremos quitartela de la cabeza.