Los amish son una secta religiosa que siguen un estilo de vida contrario a aceptar determinados avances tecnológicos como la electricidad. Actualmente hay varias comunidades amish repartidas entre EE.UU. México y Cánada.
Su planteamiento es que la humanidad ya avanzó demasiado y que ya en el siglo XIX se consiguió la tecnología suficiente y buena. No hace falta más.
De vez en cuando aparecen en algunas películas o documentales y ves como viven. Usan coches de caballos, nada de automóviles, lavan a mano porque no quieren usar inventos como las lavadoras, no tienen teléfonos, etc.
¿Y a cuento de qué vengo a citarlos en este blog de informática? Pues no te creas que es para criticarlos a ellos por no usar la informática. En eso lo doy por imposible. Lo hago porque me reucerdan mucha gente que me vienen a decir que la informática buena es .... ¡la del MSDOS! por ejemplo. O que los teléfonos bueno eran los móviles sin internet.
El problema esta vez no es religioso, o eso creo. Pero como si lo fuera. No atienden a razones. El motivo real suele ser que se acostumbraron o aprendieron una tecnología y les cuesta trabajo usar (disfrutar) la nueva. Es verdad que a lo mejor hay que aprender cosas, pero negarse a aprenderlas por miedo es la peor forma de afrontar el problema.
Por supuesto no quiero caer en el error contrario y pensar que todo lo nuevo, sin critica ni análisis, es bueno. No, pero por lo general en informática se avanza, con algún que otro tropiezo y con problemas nuevos. Hay más información, más prestaciones, y muchas más posibilidades. No queda más remedio que afrontar los nuevos problemas, a veces incluso rechazar alguna novedad, pero la estrategia de cerrar los ojos y quedarse en el pasado no es buena.
Así que animo a todos esos amish tecnológicos que creen que los avances terminaron en 1980 o en 1990 o en el año 2000 a que se animen a informarse y a usar las novedades con actitud crítica pero inteligente.