viernes, 17 de noviembre de 2017

Resolver problemas antes de conocerlo

No hace mucho se me indicaba como absurda mi pretensión de resolver problemas.... antes de saber que existen.  Se definía como irracional, puesto que, se me decía 'está claro como proceder para resolver problemas', esto es 'enunciarlos, estudiarlos, buscar la solución y desarrollarla'.  

En concreto los programadores se me quejaban de que pedía imposibles, que tuvieran resueltos problemas que ni les había planteado.

Bien, acepto la crítica, pero en mi descargo quiero señalar que me resulta difícil pensar que es imposible algo que llevo haciendo desde hace muños años, algo que los matemáticos llevan siglo haciendo.

Así que vamos a estudiar el tema.

La idea que defiendo no es difícil de ver.  Muchos de los problemas o necesidades, que aparecen en una aplicación informática, tienen similitud.  Son homeomorfos, diría algún matemático de alguna especialidad.  Lo que a veces no se ve es esa homogeneidad y se piensa que cada uno requiere una solución específica.  

El  planteamiento clásico es el siguiente:

  • El cliente tiene un problema
  • Nos hace llegar el problema
  • Estudiamos el problema
  • Damos solución al problema

En realidad la experiencia me dice que ese planteamiento deriva en el siguiente

  • El cliente tiene un problema
  • Nos hace llegar información que oculta el problema
  • Replanteamos el tema con el cliente
  • Nos hace llegar su propuesta de solución sin determinar el problema
  • Replanteamos el tema con el cliente
  • Volvemos a replantear el tema con el cliente
  • Conseguimos averiguar el problema
  • Estudiamos el problema
  • Damos solución al problema
Ahora llega mi propuesta
  • Estudiamos los problemas que nos llegan y otros posibles
  • Dotamos a nuestra aplicación de solución a esos problemas
A mi me parece lo mejor.

viernes, 20 de octubre de 2017

Atención al cliente: Qué es atender bien a los clientes

Hace tiempo tuvimos algunos resultados malos con una persona del departamento de soporte respecto su atención a clientes.   Tuve varias conversaciones con él intentando transmitirles algunas ideas para mejorar los resultados.

Posiblemente su principal problema era que no era consciente del problema.  Esto es, pensaba que había atendido bien al cliente, pese a que posteriormente llegaban quejas sobre su intervención.

Una y otra vez decía que atendía bien a los clientes, pero llegaban quejas sobre ello.  En un momento determinado planteó la pregunta sobre qué era atender bien a los clientes.   Aunque cuando la dijo ya habíamos repetidos cansinamente algunas ideas me parecio muy oportuno que se le transmitiera la información de forma explícita y suficientemente detallada.   Así que hice un resumen del tema que paso a exponerlo.  No deja de ser un resumen algo superficial pero creo que era lo adecuado en ese caso y lo que puede ser más útil en otros muchos.  Al fin y al cabo los problemas no eran complejos.

Qué es atender bien a los clientes

En muchas empresas la respuesta es sencilla: Un cliente está bien atendido si el cliente dice que está bien atendido.  Así que la comprobación es también simple: Se le pregunta al cliente.

En mi opinión esto es importante, pero no es el único criterio que debemos tener en cuenta.  Hay dos cuestiones importantes que lo justifican:

El criterio de subordinarnos a la opinión del clinte no es objetivo y por tanto no permite exponer unos criterios técnicos válidos.  Unos días habrá que proceder de una forma y otros de manera distintas, incluso con el mismo cliente, porque puede depender de su estado de ánimo o circunstancias imposibles de controlar.  

O sea, seguir ese criterio supone primar las cuestiones subjetivas y dificulta la elaboración de buenos procedimientos para el trabajo

La segunda cuestión es patente sobre todo en el caso de que haya un objetivo técnico en la atención al cliente.  Puede ser el caso de un médico con su paciente, o uno de nuestros técnicos con un problemas con algunas de nuestras aplicaciones.  El cliente puede evaluar mal el resultado y quedar contento con una mala solución que puede generar problemas graves. O al revés, quedar descontento con una actuación que era correcta y adecuada. Dicho de otra forma que puede parece atrevida, el cliente no está cualificado para saber si ha sido bien atendido.  Sí, ya sé que suena pretencioso, pero creo que el diagnóstico es exacto.

Así que expuestas las pegas sobre la solución 'mágica' voy a dar una propuesta que la mejora.

La propuesta es que la buena atención consiste en aproximarnos a estos 3 objetivos:
  • El cliente queda satisfecho
  • Los objetivos que ofrecemos se cumplen
  • El trabajo se hace forma eficaz.
A veces, como ocurre en muchas circunstancias de la vida, hay contradicciones entre unos y otros y es necesario buscar puntos de equilibrios.  En esta nota no pretendo profundizar en el tema, así que quedémonos con las siguientes ideas generales.


El cliente queda satisfecho

Como hemos comentado antes para alguno la buena atención es solo esto.  También hemos comentado mi desacuerdo, pero ciertamente es un objetivo importante y creo que es justo ponerlo en primero.

Si los clientes no quedan satisfecho por lo general la empresa va a pasar dificultades.   Es verdad que hay circunstancias que pueden hacer que una empresa que maltrata a sus clientes (ahí tenemos los casos de Vodafone o Orange como ejemplos claros) ganan dinero.   Pero no deja de ser un valor importante.  El éxito sueles ser una mezcla de varios factores, unos positivos y otros negativos. 

Hay que ser consciente de que un cliente insatisfecho dificulta el trabajo.  Será propenso a no seguir nuestras indicaciones o incluso dar información falsa con lo que la atención técnica se complica.  Imagina que lo llamamos para resolver una problema de la conexión de un puesto de trabajo.  A la pregunta de si pasa desde un cambio que se hizo puede respondernos falsamente que estaba de antes porque desconfía de nuestra atención y pretende exagerar el problema (esto es una realidad que he comprobado más de una vez).

Por tanto es prioritario que haya una satisfación del cilente


Los objetivos que ofrecemos se cumplen

En nuestro caso atender bien al cliente supone que la aplicación funcione bien.  Si el cliente consulta por ejemplo el inventario en tiempo real, la aplicación debe darlo de forma fiable.

Y justo acabo de citar un ejemplo de posible contradicción con el primer apartado.  En más de una ocasión alguien se nos ha quejado por ejemplo de tener que dar el código de un artículo al vender, cuando le hubiera bastado con indicar el importe y cobrarlo.  ¿Cuál es la pega? pues que con esa información no podemos elaborar el inventario.  Si queremos unos resultados es necesario ser consecuente con ello en el trabajo.  Por eso no podemos dejar contento a un cliente a cambio de que haga algo que luego tendrá una repercusión negativa en otra de sus necesidades.

Es nuestra responsabilidad conseguir un buen funcionamiento de nuestros productos para lo que el cliente desea y necesita.

El trabajo se hace forma eficaz

La tercera condición para atender a un cliente es que se haga de forma eficaz.  Si hace falta instalarle un formato de presupuesto y esto se hace en un tiempo aproximado de 30 minutos no podemos tardar una semana en ello.  Incluso aunque pensemos que la culpa es del cliente hay que actuar al respecto.

Nuestra obligación incluye que los resultados se consigan de una forma eficaz y hay que abordar los problemas que lo impidan.


Hacer un trabajo con un coste de tiempo o recursos exagerado no sirve. No es sostenible para nosotros ni para el cliente.


viernes, 22 de septiembre de 2017

Complicar la vida con las contraseñas

Por lo visto hay quien se piensa que si te complican la vida a la hora de escribir una contraseña es más segura.    Eso no es verdad.  Más bien al revés.  Si te piden una contraseña difícil lo más normal es que la escribas en un papel y sea más fácil de piratear (con tal de que despistes el papel).

Como muestra un botón.  Esto que sigue es una pantalla de una aplicación que se llama '¡La oficina fácil!.  



Así que ya sabes fácil, fácil: Una letra en mayúscula, otra en minúsculas, un número, un caracter extraño y que no sean menos de 10 carácteres.  

Menos mal que no te piden que mientras la escribes lo hagas apoyándote solo en un pie.

En cuanto lo vi no seguí con el programa 'muy fácil' no sea que ... no sea tan fácil.


viernes, 8 de septiembre de 2017

Integrar cuentas de correo en gmail

Recojo una nota a modo de guía para integrar distintas cuentas de email en gmail.


Gmail es uno de los clientes de correo electrónico más habituales y en mi opinión de los mejores.  Aprovecho para indicarte que debes evitar los clientes de correo que almacenan la información en el equipo local (como hacía Outlook), concepto bien anticuado que resta agilidad, da fragilidad e inseguridad.

En muchos casos es habitual tener varias cuentas de emails. En concreto yo uso más de 5: Dos de la empresa, otra personal y otras de temas culturales en los que estoy involucrado.  Tenerlas todas bajo el mismo cliente de correo facilita su gestión.

Gmail está aceptablemente previsto para incorporar cuentas externas.  O sea, cuentas que tienes en servidores de correo que no son de gmail.

A continuación te indico como proceder.

Recoger email de otras cuentas


Debes estar en el apartado de configuración (en la versión que uso ahora mismo accedes a él con una ruedecita dentada que hay en la derecha).  Aparecen los distintos apartados en pestañas.  Entra en la pestaña llamada 'Cuentas e importación'

Verás un conjunto de opciones en zonas separadas por línea y una se denomina 'Consultar el correo de otras cuentas:'  Esa es la que nos interesa. En esa zona verás la opción Añadir otra dirección de correo electrónico. Pulsa en ella.

Aparecerá una ventana que te pedirá los datos de la cuenta y la dará de alta.   La pega puedes ser que no sepas darle los datos exactos.  Normalmente tur proveedor de dicha cuenta lo facilitará, pero por si tienes pegas te doy algunas indicaciones de interés

Evidentemente la cuenta de correo que te preguntas es la que quieres incorporar.   Te comento los siguiente datos que te pide gmail:

  • Nombre de usuario.  Puede ser el mismo correo (es lo más normal) o bien el nombre sin el dominio.  O sea, si el correo es maribel@tudominio.com prueba con 'maribel@tudominio.com' y si no funciona con 'maribel'
  • Contraseña.  La que tengas en la nueva cuenta de email (no la de la cuenta de Gmail a la que quieres incorporar)
  • Servidor POP.  Por lo general 'mail.' más el nombre del dominio. Algo así como mail.midominio.com
  • Dependiendo de tu servidor deberás activar o no la marca de '
    Utilizar siempre una conexión segura (SSL)'  Si no sabes no la actives y en caso de no funcionar prueba a activarla

Enviar email desde otras cuentas


Es parecido a lo anterior.
 
Debes estar en el apartado de configuración (en la versión que uso ahora mismo accedes a él con una ruedecita dentada que hay en la derecha).  Aparecen los distintos apartados en pestañas.  Entra en la pestaña llamada 'Cuentas e importación' y ahora en la zona llamada 'Enviar correo como'.   Y ahí en 'A
ñadir otra dirección de correo electrónico'

Ahora tendrás que dar los datos de la cuenta que quieres usar.  Los datos son similares a los que te hemos comenado.  Hay dos datos nuevos, uno el puerto es mejor que no locambies salvo que lo sepas con seguridad y en opción  de usar TSL o SSL  prueba con la primera y si no funciona la segunda.


Y algunas observaciones

Cuando usas varias cuentas de correo desde Gmail una de ellas se determina por omisión.  Lo puedes cambiar el el mismo apartado de 'Enviar correo como'  Ten cuidado al no equivocarte y confundir a los destinarios sobre la cuenta a usar.

Puedes definir reglas para que los emails que llegan a una cuenta vayan a una carpeta concreta o se les ponga una etiqueta o color distinto. 


viernes, 14 de julio de 2017

LIFO interruptus

El siguiente texto me ha llegado por internet aunque lo he modificado ligeramente.   En origen era un texto para alertar de la mala memoria, pero lo uso para ilustrar otro problema distinto que me encuentro en gente joven sin problemas de memoria o gente no tan joven pero que no saben orgaizarse.

El problema que quiero señalar es ponerse a hacer una tarea porque te lo requieren (un cliente, el jefe, el ordenador, un compañero,..) y dejar otra que estás haciendo.  Estoy habituado a verlo en clientes, en nuestro propio personal de soporte, a mi mismo me ocurre a veces.   Entiendo que es normal que ocurra ocasionalmente, lo que pasa es que hay casos algo exagerados y por ello escribo este texto.  Espero hacerle ver a más de uno que cambie el método LIFO por el FIFO o abandome la opción interruptus.

Recuerda que LIFO es el método de coger primero lo último en entrar. Es el acrónimo en inglés de 'Last In, First Out' o sea, en castellano 'último en entrar, primero en salir'.  Lo de interruptus hace referencia que la tarea que se coge no se termina.

El texto dice así:

Decido lavar el coche.
Al ir hacia el garaje, veo que hay correo en la mesita de la entrada.
Decido echar un vistazo a las cartas antes de lavar el coche.
Dejo las llaves del coche en la mesita, voy a tirar los sobres vacíos y los anuncios en el cubo de la basura y me doy cuenta de que está lleno.
Decido dejar las cartas, entre las que hay una factura, en la mesita, y llevar el cubo a vaciar al contenedor.
Entonces pienso que, ya que voy al contenedor, puedo pagar la factura al banco que está al lado del contenedor.
Voy al despacho a buscar el monedero y encuentro sobre la mesa la Coca Cola que me iba a beber y se me había quedado olvidada ya caliente.
Decido llevarla a la nevera y al ir hacia la cocina me fijo en que el jarrón de flores de la cómoda de la entrada está sin agua.
Dejo la Coca Cola sobre la cómoda y descubro las gafas de cerca que he estado buscando toda la mañana.
Decido ponerlas en el bolso y después, poner agua a las flores.
De repente veo el mando del televisor, que alguien se lo ha dejado en la mesa de la cocina y que anoche lo estuvimos buscando como locos.
Decido llevarlo al salón, donde debe estar, en cuanto ponga el agua a las flores.
Echo un poquito de agua a las flores y la mayor parte se derrama por el suelo.
Por lo que vuelvo a la cocina, dejo el mando sobre la mesa y cojo unos trapos para secar el agua.
Voy hacia el hall tratando de recordar qué es lo que quería hacer con estos trapos.
Al final de la tarde: el coche sigue sin lavar, no he pagado la factura, el cubo de la basura está lleno, hay una lata de Coca Cola caliente en la cómoda, las flores siguen sin agua, no consigo encontrar el mando de la tele ni mis gafas de cerca, hay un charco en la entrada, y no tengo ni idea de dónde están las llaves del coche.
Me quedo pensando cómo puede ser que sin haber hecho nada en toda la tarde haya estado todo el rato danzando y me encuentre tan cansado P.D: Perdón por la letra tan grande, pero aún no he encontrado las gafas


viernes, 14 de abril de 2017

De la utilidad y la inutilidad de la pedagogía.

Últimamente ando leyendo libros de pedagogía motivado por el problema de mejorar la formación de clientes de nuestras aplicaciones.

Leyendo se aprende, pero a veces me encuentro cosas con las que no estoy de acuerdo.  Y en concreto hoy hablo de una de ellas.

En algún que otro libro y alguna que otra vez me he encontrado el texto que sigue a continuación.


El procedimiento es en realidad muy sencillo; en primer lugar, se distribuyen las piezas en distintos grupos. Por supuesto, en función del trabajo a realizar puede bastar con un solo montón. Si la falta de instalaciones adecuadas le obliga a trasladarse, éste es un elemento importante a tener en cuenta. En caso contrario, la tarea se simplifica. Es importante no sobrecargarse, es decir, es preferible hacer pocas cosas a la vez que intentar hacer demasiadas. A corto plazo esto puede parecer algo sin importancia, pero es fácil que surjan complicaciones. Cualquier error puede costar muy caro. Al principio el procedimiento puede ser laborioso. Sin embargo, pronto será simplemente una faceta más en la vida cotidiana. Es difícil prever en el futuro inmediato el cese definitivo de la necesidad de este trabajo, aunque nunca puede afirmarse algo así. Una vez completado el proceso, de nuevo debe ordenarse el material en distintos grupos; debe colocarse cada pieza en el lugar adecuado. Finalmente se utilizarán de nuevo y deberá repetirse todo el ciclo, pero eso forma parte consustancial de nuestra vida.El procedimiento es en realidad muy sencillo; en primer lugar, se distribuyen las piezas en distintos grupos. Por supuesto, en función del trabajo a realizar puede bastar con un solo montón. Si la falta de instalaciones adecuadas le obliga a trasladarse, éste es un elemento importante a tener en cuenta. En caso contrario, la tarea se simplifica. Es importante no sobrecargarse, es decir, es preferible hacer pocas cosas a la vez que intentar hacer demasiadas. A corto plazo esto puede parecer algo sin importancia, pero es fácil que surjan complicaciones. Cualquier error puede costar muy caro. Al principio el procedimiento puede ser laborioso. Sin embargo, pronto será simplemente una faceta más en la vida cotidiana. Es difícil prever en el futuro inmediato el cese definitivo de la necesidad de este trabajo, aunque nunca puede afirmarse algo así. Una vez completado el proceso, de nuevo debe ordenarse el material en distintos grupos; debe colocarse cada pieza en el lugar adecuado. Finalmente se utilizarán de nuevo y deberá repetirse todo el ciclo, pero eso forma parte consustancial de nuestra vida.

La cita se hace habitualmente para ilustrar un texto difícil de entender.  Lo cierto es que cuesta trabajo, ¿verdad?.   La sorpresa surge cuando al citar el título parece aclararse todo el contenido.  El título es 'El lavado de ropa'.  Vuelve a leerlo y verás que ahora está mucho más claro.   Así que este ejemplo le sirve a muchos pedagogos para justificar que el problema está en la abstracción, que basta con concretar las cosas para que se entiendan mejor.

¡Muy mal!  Esto viene a revindicar un principo pedagógico que sería algo así como:  Es más fácil enseñar las cosas que ya se saben que las que no se saben.   Admito que es verdad, pero precisamente eso no es pedagogía, sino lo contrario.

Entiendo la dificultad de explicar temas abstractos, pero es que eso es lo que estoy buscando, como conseguirlo y desde luego que algunos libros de pedagogía me digan que lo suyo no es hacerlo me desfrauda.  Me confortaría si me dijeran que no es necesario, pero es que me temo que lo es.   Voy a citar el ejemplo que me gusta citar sobre la necesidad de abstracción.

Gracias a que enseñamos de forma abstracta la operación de suma, podemos sumar manzanas, coches, sillas, folios, monedas, libros, dinero y un montón más de cosas.  Una pedagogía que quisiera enseña hoy a sumar manzanas, mañan a sumar barcos, pasado mañana a ... me resulta sospechosamente inútil.

Y ahora, mientras aprendo, voy a explicarte el lavado de ropa de forma abstracta, pero sin necesidad de que el título sea lo que te lo explica:

Regla general abstracta:
Vamos a realizar una operación con objetos.  Debemos agruparlos por tipos para que la operación sea eficaz.  Requerimos un sistama para realizar la operación y puede ser que te tengas que trasladar a él. La clasificación previa por tipo te ayuda a trasladar los objetos y tratarlos en su lugar.  Si no te tienes que trasladar tanto mejor.  Una vez realizada varias veces la operación esperamos que te habitues a ella.

Y ahora:
- Aplica la regla para lavar ropa. Los objetos son las prendas, se clasifican por colores y usas como sistema para el proceso una lavadora
- Aplica la regla para llevar niños al colegio.  Los objetos son los niños, se clasifican por barrios y el sistema es un autobús.
- Aplica la regla para empaquetar una mudanza de tu habitación. Los objetos son ropa y objeto de uso cotidiano, se agrupan por dureza y tamaño y el sistema es guardarlos en cajas
- Aplica la regla para ...

En resumen, lo que pido es una pedagogía que puede enseñar algunas tareas abstractas para que se apliquen en distintos casos sin necesidad de enseñar una por una.

viernes, 17 de febrero de 2017

Prestaciones para cuento de la lechera

Vuelvo al tema de las prestaciones que debe tener y no tener una aplicación. Como puede adivinarse por el título una vez más hablo de dudosas prestaciones.

Concretamente, llamamos prestaciones para cuento de la lechera a peticiones para necesidades posibles pero dudosas a muy largo plazo que ignoran todas las necesarias previamente.

Así, me ocurrió que un cliente me puso pegas con la tienda virtual sobre los contenidos en distintos idiomas.  Tras un mes preocupado sobre si nuestra aplicación sería suficiente para todos los idiomas que quería introducir ... no había puesto artículos, ni precios, ni forma de pago, ni siquiera el teléfono de consulta para la web.

No hay que confundir estas peticiones con la planificación a largo plazo.  La planificación a largo plazo no ignora los procesos intermedios.  Este tipo de peticiones no ayudan a planificar sino lo contrario, ya que ocultan o eluden los pasos necesarios para avanzar.

En resumen, si queremos como la lechera crear un emporio de la industria láctea, lo primero es llevar la leche al mercado, volver a por más, cuidar las vacas, llevar más producto al mercado, etc.   

O dicho de otra manera: Ponte a andar, pero no te quedes parado pensando en las dudas sobre como actúar cuando llegues al final






viernes, 27 de enero de 2017

Amish tecnológicos

Los amish son una secta religiosa que siguen un estilo de vida contrario a aceptar determinados avances tecnológicos como la electricidad.  Actualmente hay varias comunidades amish repartidas entre EE.UU. México y Cánada.  

Su planteamiento es que la humanidad ya avanzó demasiado y que ya en el siglo XIX se consiguió la tecnología suficiente y buena.  No hace falta más.

De vez en cuando aparecen en algunas películas o documentales y ves como viven.  Usan coches de caballos, nada de automóviles, lavan a mano porque no quieren usar inventos como las lavadoras, no tienen teléfonos, etc.

¿Y a cuento de qué vengo a citarlos en este blog de informática? Pues no te creas que es para criticarlos a ellos por no usar la informática.  En eso lo doy por imposible.  Lo hago porque me reucerdan mucha gente que me vienen a decir que la informática  buena es  .... ¡la del MSDOS! por ejemplo. O que los teléfonos bueno eran los móviles sin internet.

El problema esta vez no es religioso, o eso creo. Pero como si lo fuera.  No atienden a razones.  El motivo real suele ser que se acostumbraron o aprendieron una tecnología y les cuesta trabajo usar (disfrutar) la nueva.  Es verdad que a lo mejor hay que aprender cosas, pero negarse a aprenderlas por miedo es la peor forma de afrontar el problema.

Por supuesto no quiero caer en el error contrario y pensar que todo lo nuevo, sin critica ni análisis, es bueno.  No, pero por lo general en informática se avanza, con algún que otro tropiezo y con problemas nuevos.  Hay más información, más prestaciones, y muchas más posibilidades.    No queda más remedio que afrontar los nuevos problemas, a veces incluso rechazar alguna novedad, pero la estrategia de cerrar los ojos y quedarse en el pasado no es buena.

Así que animo a todos esos amish tecnológicos que creen que los avances terminaron en 1980 o en 1990 o en el año 2000 a que se animen a informarse y a usar las novedades con actitud crítica pero inteligente.